Seguir leyendo Burgos: religiosidad, gastronomía y cultura En la Semana Santa de la ciudad burgalesa, declarada de Interés Turístico Nacional, brilla su asombroso patrimonio arquitectónico, con la Catedral o la Iglesia de San Gil acogiendo a algunas de las cofradías más importantes. También su gastronomía única. club renfe para BURGOS La Catedral de Burgos, además de una joya del gótico, es una de las señas de identidad de la ciudad. La ciudad de Burgos se prepara para acoger a turistas y visitantes en una de las épocas del año más propicias para ello: Semana Santa. Otrora capital del Reino de Castilla, Burgos cuenta en la actualidad con una red de infraestructuras que le permiten estar perfectamente conectada con el centro y norte peninsular, así como con otros puntos de la geografía española gracias a las conexiones ferroviarias, aéreas y por carretera. Una ciudad propicia para visitar desde cualquier enclave nacional e internacional y que, en los últimos años, se ha posicionado como un referente del turismo de escapada, gracias a su completa oferta turística, cultural, patrimonial y gastronómica. La Semana Santa de Burgos fue declarada de Interés Turístico Nacional en el año 2013 y supone una oportunidad única para disfrutar de procesiones, tallas procesionales, cofradías y tradiciones en un enclave inigualable, gracias a sus monumentos, iglesias y un casco histórico que aún mantiene el encanto de siglos atrás. La Semana Santa burgalesa cuenta con 16 hermandades y cofradías, que procesionan en las calles de la ciudad desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección. Una Semana Santa que tiene su origen en la Edad Media; más en concreto, en las primitivas representaciones que desde el siglo XIII se realizaban en Castilla. De hecho, la mayoría de hermandades y cofradías proceden de los gremios profesionales históricos: plateros, zapateros u hortelanos. Entre las procesiones más destacadas no puede faltar la tradicional Borriquilla del Domingo de Ramos, en la que se bendicen las palmas y los ramos, y que es la favorita de los niños, que participan masivamente entre las representaciones de las cofradías. El Lunes Santo está reservado para el Vía Crucis Penitencial, con antorchas en las laderas del Parque del Castillo, que regalan al visitante unas estampas únicas. El Jueves Santo es día de Encuentro de la Madre con su Hijo en la plaza de la Catedral, mientras que el Viernes Santo tiene lugar el sorprendente y único Desenclavo de Cristo, una experiencia que quedará en la retina de los visitantes. Por la tarde, se celebra la procesión del Santo Entierro con la participación de todas las cofradías. El Sábado Santo es día de indulto, tradición creada por Juan II de Castilla que se remonta a 1447. La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad solicita la medida de gracia para un reo de la ciudad en el Arco de Santa María, otro lugar histórico para el deleite y asombro del turista. Patrimonio y gastronomía La Semana Santa ofrece durante estos días al viajero una oportunidad para conocer el patrimonio artístico y cultural que atesora la ciudad. La Catedral de Burgos, joya ineludible del gótico, acoge tesoros de visita obligada, como la capilla de los Condestables, la tumba del Cid o la Escalera Dorada. La Iglesia de San Nicolás de Bari, con su espectacular retablo mayor y su notable colección de tapices flamencos, la Parroquia de San Gil Abad, otra joya del gótico, o la Parroquia de San Cosme y San Damián, transición del gótico al Renacimiento con un retablo mayor majestuoso, son algunos de los mejores ejemplos. Burgos también es un lugar único para disfrutar de la gastronomía. Forma parte de la Red de Ciudades Creativas de la Unesco —como Ciudad de la Gastronomía—, y durante este periodo del año sus hosteleros preparan pinchos y recetas especiales. Uno de los mejores ejemplos es la tradicional torrija de Semana Santa. Una buena ruta gastronómica, por sus bares y restaurantes, regada con buenos vinos de las D.O. Ribera del Duero y Ribera del Arlanza, completan experiencia perfecta durante este periodo litúrgico, pero también vacacional.