Foto: Wyrsch-güyer, carlos diego marquand. © Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril – Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Mientras en las radios suena la voz de Bobby Deglané con su ‘Cabalgata fin de semana’, los españoles dejan sus pueblos para abrirse paso en la capital, soñando con una vida mejor, como la que muestran películas estadounidenses como ‘Vacaciones en Roma’ (1953). Los niños de entonces se divierten jugando a las canicas y leyendo los nuevos tebeos del piloto espacial ‘Diego Valor’. También viviendo aventuras extraordinarias a sus ojos y relacionadas con el tren. Experiencias dignas de conservarse en instantáneas como la que el fotógrafo Carlos Diego Marquand Wyrsch-Güyer toma en la estación de Madrid-Atocha. Un crío de ojos sorprendidos posa con dos ferroviarios orgullosos de su oficio y del automotor diésel TAF de la serie 595, una de las más modernas locomotoras de la época. Al fondo, para que nadie se retrase, el emblemático reloj de la estación. Suena el silbato. ¡Viajeros, al tren!