Lo blanco empiezaen el Pirineo de Lleida Durante el invierno, en estas bellas montañas se disfruta de la nieve, así como de otras alternativas culturales y gastronómicas. Sus 11 estaciones de esquí y 500 kilómetros practicables, son el mejor plan esta temporada. club+renfe para ARA LLEIDA aralleida.com Seguir leyendo La naturaleza encuentra su punto álgido en los tres mil metros del Pirineo de Lleida. Nieve y frío determinan más que un clima: son una manera de vivir. El Pirineo de Lleida, formado por las comarcas del Alt Urgell, la Alta Ribagorça, la Cerdanya leridana, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà, el Solsonès y Val d’Aran, sigue representando una de las mejores ofertas de nieve del Estado español con los 11 estaciones de esquí que se dividen en seis centros de alpino (Baqueira Beret, Boí Taüll, Espot, Port Ainé, Port del Comte y Tavascan) y siete de nórdico (Aransa, Lles de Cerdanya, Sant Joan de l’Erm, Tuixent-la Vanxa y Virós-Vallferrera). Tavascan y Baqueira Beret ofrecen las dos disciplinas. Entre todas ellas suman más de 500 kilómetros practicables y cuenta con 140 empresas con oferta de nieve y otros servicios. Caracterizado por sus espectaculares bosques, sus montañas o el calor de sus refugios, en el Pirineo se pueden practicar cursos de esquí, raquetas, trineos de perros, motos, construcción de iglús, esquí extremo, escalada, patinaje sobre hielo o rutas para visualizar la fauna. Montañas con raíces culturales La oferta cultural se centra en su historia: en la herencia romana de baños termales o en iglesias medievales, algunas Patrimonio Mundial por la Unesco. Balnearios como el de Caldes de Boí o las termas de Les son parada obligada. También la naturaleza ofrece otro espectáculo maravilloso cuando se pone el sol: la observación astronómica. El Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, así como la Sierra del Montsec, están reconocidos con la certificación de Reserva Starlight. En Espot, Vilaller y la Vall de Boí han habilitado miradores astronómicos para observar el universo. La gastronomía es otro punto fuerte, con carnes de caza y de granja, acompañadas de legumbres y verduras de la tierra montañesa. Los productos lácteos son una joya más, y sus pueblos invitan a explorar el pasado.