ZAMORA El tiempo es una ilusión BARCELONALa cruda realidad, según Tapiès MADRIDEl viaje más íntimo a la Bolonia de Morandi • • • • • • agenda +ARTE ZAMORA El tiempo es una ilusión Planteaba el filósofo Zenón que “el espacio no está formado por elementos discontinuos, sino que el universo es una única unidad”. Sobre esta idea, el artista zamorano Fernando de Dios ha construido su instalación ‘Vestigios’, donde su pintura, escultura y fotografía abstracta dialoga con los objetos recuperados del Museo Etnográfico de Castilla y León para ponerlos en relación a través del tiempo. FERNANDO DE DIOS. ‘VESTIGIOS’. Hasta el 27 de febrero. Museo Etnográfico de Castilla y León. museo-etnografico.com MADRIDEl viaje más íntimo a la Bolonia de Morandi El trabajo del pintor italiano Giorgio Morandi (1890-1964) influyó en diferentes disciplinas a lo largo del siglo XX. Permanecer a lo largo de casi toda su vida encerrado en su casa-taller de Bolonia condicionó una obra poética repleta de naturalezas muertas, jarrones con flores y paisajes de su ciudad natal. Esta retrospectiva clasifica temáticamente los cuadros de Morandi y deja espacio al estudio de su legado con una selección de artistas a los que marcó. ‘MORANDI. RESONANCIA INFINITA’. Hasta el 9 de enero. Fundación Mapfre, sala Recoletos. fundacionmapfre.org BARCELONA La cruda realidad, según Tapiès En las décadas de los 60 y 70, la conocida como pintura matérica de Antoni Tapiès, vinculada al art brut, emprendió lo que algunos de sus estudiosos consideraron un regreso a la realidad, a través del empleo de objetos usados. En esta época, hace su propia lectura del arte pop y no solo busca la crítica a la sociedad de consumo, como la obra warholiana, sino que, además, pone el foco en la espiritualidad de las cosas. Esta exposición, que organiza la Fundación Antoni Tapiès, explora el desarrollo de su noción de realismo. ‘TAPIÈS. LA REALIDAD EN PRIMER PLANO’. Hasta el 31 de enero. Casa Batlló. fundaciotapies.org La ciudad de Sevilla es muy famosa por su riqueza patrimonial y artística, por su inmen-sidad monumental, por la calidez de su clima y su gente, por su rica y variada gastronomía, por sus tradiciones y fiestas universales. Entre otras cosas, Sevilla es muy conocida por su manera de vivir la Navidad. En diciembre, la ciudad es la perfecta postal navideña. Más de 280 calles y plazas se iluminan con millones de luces que transforman en esce-narios mágicos lugares emblemáticos como la Avenida de la Constitución, la Plaza del Salvador o las calles Sierpes y Tetuán, así como las placitas más recónditas de cada barrio. Los tradicionales árboles navideños, a su vez, alumbran las ubi-caciones más transitadas como Puerta Jerez, el Polígono Sur o la Plaza de Cuba, destacando entre todos, el árbol gigante de 42 metros de altura, que ilumina la Plaza de San Francisco. Muestra de una tradición ancestral, Sevilla pro-pone un amplio recorrido por los numerosos belenes que se abren al público por toda la ciu-dad. Son muy celebrados el Belén Mudéjar del Arquillo del Ayuntamiento, o el Belén Canario del Palacio de los Marqueses de la Algaba. Quienes buscan conocer otras tradiciones, tienen también la oportunidad de degustar los dulces navideños elaborados por los distintos conventos sevillanos, o de perderse en los mercadillos arte-sanos que se instalan en las plazas del centro en busca del regalo perfecto. Pero la Navidad de Sevilla es mucho más; es un comercio artesanal de calidad, son numero-sas galerías y estudios de creación contemporá-nea donde adquirir piezas de arte, son talleres de artistas abiertos al visitante entre los barrios de la Alameda y el Soho Benita, son experiencias gour-met que van más allá de su conocida oferta gas-tronómica de tapas y platos tradicionales. Es una oferta cultural de excelencia. Así, la frenética agenda tradicional navideña encuentra en Sevilla también una oferta social y cultural alternativa; una programación extensa y diversa con propuestas para todos los públicos en la que se suman tanto iniciativas municipales en espacios públicos, como de entidades e ins-tituciones presentes en la ciudad: exposiciones, conciertos, cuentacuentos, flamenco, teatro y un amplio catálogo de iniciativas de ocio infan-til y juvenil. Con todo, Sevilla es un destino navideño que ofrece vivencias únicas, experiencias con un fuer-te componente emocional y una oferta capaz de sorprender a todo tipo de visitante.