Seguir leyendo La famosa Catedral gótica de El Salvador prepara las visitas a su torre, mientras la capital del Principado multiplica sus actividades y una oferta cultural de lujo. club renfe para OVIEDO 12 siglos después, la Catedral sigue cautivando a los turistas de una ciudad llena de reclamos. En la Catedral de Oviedo, que acaba de cumplir 1.200 años, se preparan ya las visitas a su torre, esas desde la que el Magistral de La Regenta fisgaba y donde también, desde el próximo verano, los turistas podrán disfrutar de una vista diferente y única sobre la ciudad origen del Camino de Santiago. A los pies de la Basílica —en la que repica la Wamba, la campana más antigua de Europa— reposa la escultura del rey Alfonso II El Casto, primer peregrino que viajó a aquel “Campo de estrellas” donde se había descubierto la tumba del Apóstol. Hoy, los peregrinos vuelven a retomar el Camino Primitivo (la primera y más antigua ruta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), aunque la riqueza patrimonial de la capital de Asturias ofrece otros muchos atractivos a quienes la visitan. Precisamente ahora, de mayo a junio, en Oviedo se multiplican las celebraciones. Algunas con sabor asturiano, como la Feria de La Ascensión, homenaje de la ciudad al campo, que llenará el centro urbano de puestos con productos autóctonos y artesanía, y las mesas con uno de los menús clave del calendario gastronómico ovetense: menestra de temporada, carne gobernada y tarta de cerezas. Solo una semana después, el 3 y el 5 de junio, se celebra el Día Internacional de la Sidra, con la mirada puesta en la candidatura a Patrimonio de la Humanidad Inmaterial de la bebida típica de Asturias, y la Preba para catar las primeras sidras de la temporada, que llena la emblemática calle Gascona de probadores. Aquí, muchos harán puente con el Martes de Campo, fiesta local de Oviedo con mucha historia y todas las zonas verdes de la ciudad convertidas en lugares de encuentro, además de comida de familiares y amigos en torno al popular ‘bollo preñao’, un bollo relleno de chorizo. Oviedo se está labrando una tradición más: la de ser sede de pruebas deportivas diversas con cientos de participantes. Un ejemplo de ello es la Farinato Race, la carrera extrema programada para el 25 y 26 de junio, tras el parón de la pandemia, o el estreno algo antes (18 y 19 de junio) de una de las pruebas de la Copa de España de Escalada de Velocidad y de Bloqueo. Los senderistas, o quienes simplemente quieran disfrutar de la naturaleza, tienen el Naranco, ese monte que guarda a Oviedo y en el que se levantan dos de los impresionantes monumentos prerrománicos de la ciudad, todos ellos Patrimonio de la Humanidad. En él hay acondicionadas sendas y recorridos en los que descubrir también su etnografía e historia. Y si se trata de reponer fuerzas, no faltarán alicientes en restaurantes y bares —fabada, cachopo, quesos…— para un visitante que aún puede pasear por el centro, ir de compras o descubrir la gran oferta cultural de la ciudad. En el Teatro Campoamor, que cada otoño acoge los Premios Princesa de Asturias, continúa el Festival de Danza y el Festival de Teatro Lírico antes de que en julio suba el telón del musical Ghost; la música clásica y el barroco ofrecen conciertos internacionales en el Auditorio Príncipe Felipe, y el Estadio Carlos Tartiere acogerá el 29 de junio un concierto de Marc Anthony.