Cáceres, una provincia moldeada por el agua club renfe para CÁCERES Seguir leyendo Escanea el QR para descargar la guía Cáceres. Territorio agua. Gargantas, piscinas naturales o termas. El norte de la provincia, los territorios Unesco y las tierras de Cáceres y Trujillo son imprescindibles para quienes gustan de un buen chapuzón. Quien no se moja en Cáceres es porque no quiere. La provincia alberga algunos de los destinos fluviales más atractivos y polivalentes. Lo prueban sus piscinas naturales, demandadas en verano por sus aguas saltarinas de montaña o sus chiringuitos para pasar el calor estival. La tranquilidad, frescor, gastronomía o cultura de la Sierra de Gata son perfectas para las vacaciones, con Conjuntos Históricos o su comarca hermana de Las Hurdes cerca, sin olvidar el Valle del Ambroz, La Vera, el Geoparque Mundial Unesco Villuercas-Ibores-Jara o el Valle del Jerte, que alberga uno de las balnearios más relajantes de la zona, junto al de Baños de Montemayor. Entre montañas, cascadas y pozas, destacan las gargantas, abruptas estrechuras entre montes por las que discurre el agua y modelan el paisaje. Por la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos se pueden ver unas preciosas aguas tornasoladas y su tobogán natural, Los Pilones, fue incluido por National Geographic en una lista de 15 lugares sorprendentes para bañarte. En ella se encuentran espectaculares cavidades conocidas como marmitas de gigante. La Garganta de los Papúos y sus saltos de agua, o la larga Garganta de Los Alardos, son estupendas para disfrutar de aguas bravías, barranquismo, senderismo o avistamiento de aves. Los meandros, curvas de una sinuosidad pronunciada descritas por los ríos, son otro atractivo paisajístico, en el que brilla el meandro del río Tiétar, visible desde el mirador de la Higuerilla, en el Parque Nacional de Monfragüe. Frente a los escenarios moldeados por el agua, la piedra también domina en territorios como el puente romano de Alcántara, que aguanta en pie 2.000 años después. El embalse de dicha zona, así como el de Valdecañas, son ideales para vela, kayak, paddle surf, windsurf, submarinismo o esquí acuático. Para pasear, rutas como La Meancera, Las Nogaledas o El Chorrituelo son ideales para oxigenarse y descansar, y terminan de la mejor manera: ¡en cascada! A lo largo del río Tajo, pero también en sus afluentes Alagón o Tiétar, se pueden practicar deportes náuticos, viajar en embarcaciones turísticas o practicar pesca deportiva. Un barco turístico con capacidad para 80 personas actúa como centro de interpretación flotante en sus paseos fluviales, que incluyen zonas restringidas de la Reserva de la Biosfera transfronteriza Tajo Internacional.